Tras la invación del Tibet por parte de China en 1950, un grupo de ex militares alemanes (financiados por empresarios de esa misma nacionalidad), realizan una escaramuza cuyo propósito fue llevar a S.S. el XIV Dalai Lama (Tenzin Gyatso) a salvo a Dharamsala (Norte de la India). Su lugar de exilio.
Ayocuan, es el pseudónimo que utilizaría un invitado a participar en dicha operación, quien dejaría su testimonio de aquellos hechos en su libro titulado "La mujer dormida debe dar a luz".
Ayocuan entregaría a Antonio Velasco Piña, mexicano igualmente, la responsabilidad de ser el primer enlace entre México y el pais de las nieves eternas.
Un enlace fundamental pues fueron sacerdotes mayas quienes, milenios atrás, llevaron el conocimiento al Tibet para ayudar en su despertar.
Por ello fue fundamental la ceremonia de reactivación de la pirámide del Sol que realizó el Dalai Lama en Teotihuacan.
Tanto antiguos sacerdotes mayas, como ex soldados alemanes vinculados al Tíbet se reencontrarían en estos tiempos para completar un vieja misión que prepararía las condiciones para el início del nuevo ciclo cuya fecha estaba señalada para acontecer en el año 2012.