La experiencia de recuerdo de algunas de mis vidas pasadas que vincularía mi memoria con experiencias asociadas a la Segunda Guerra Mundial, tendría igualmente profundas repercusiones cuyos antecedentes son los siguientes:
Asociado a la etapa histórica en el que la Alemania NAZI liderada por Adolf Hitler impulsaba el llamado Tercer Reich, fue creada la Ahnenerbe "Sociedad de estudios para la historia antigua del espíritu" la cual estuvo a cargo de Heinrich Himmler, oficial de alto rango de las SS.
Entre los militares alemanes que viajaron hacia el Tíbet en busca del conocimiento milenario sintetizado en la doctrina Bon, se encuentra un coronel cuyo recuerdo quedaría registrado tan solo por su rango, designándosele simplemente como "El Coronel", manteniendo siempre su nombre en completo anonimato.
Profundas conexiones se establecerían con dicho personaje a lo largo de mi vida.
La primera referencia que tendría sobre "El Coronel" me llegaría a través del libro "La mujer dormida" debe dar a luz, escrito por Ayocuan. Texto que narra el encuentro entre el autor y el para entonces ex militar.
Ayocuan pudo atestiguar dichos eventos pues "El Coronel", su maestro, le extendería una invitación para acompañarlo al Tíbet.
Profundas sincronicidades enlazarían a Ayocuan con Antonio Velasco Piña quien dejaría testimonio sobre ello en algunos de sus libros en los que hace mención de Manuel, su amigo. Única referencia que Antonio haría sobre la verdadera identidad de Ayocuan.
Como parte del conocimiento que le fuera entregado a Ayocuan en el Tibet, se le revelaría la importancia de establecer relaciones oficiales entre aquel país y México. Cuando Ayocuan partió, junto con algunos discípulos, hacia Chihuahua a fundar un ashram que denominaría "El Coronel" en memoria de su maestro, Antonio fue designado primer enlace oficial entre el Tíbet y México.
Una muy extensa lista de eventos de gran importancia fueron llevados a cabo como parte de las actividades realizadas producto de dicho enlace. Una que tiene una especial relevancia, dados diversos eventos asociados a mi vida fue, la ceremonia presidida por el Dalai Lama en su visita a México en el año 1989 en la pirámide del Sol, en Teotihuacan.
En aquella visita igualmente asistió a una ceremonia ecuménica por la Paz que fue llevada a cabo en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Entre los asistentes, por supuesto, se encontraba Antonio representante de la mexicanidad.
Otro personaje con quien he mantenido por muchos años un vínculo muy que asistió igualmente como representante de la tradición judía fue el entonces investigador Jacobo Grinberg quien apenas 5 años después, en el año 1994, desaparecería sin dejar rastro, aparentemente. Pero esa es otra historia.
Cierro el presente texto vinculado a "El Coronel" con lo siguiente. De entre los múltiples llamados y entregas que recibí de parte de Antonio (ver Las Reginas de -el testigo-, por ejemplo), resulta muy significativo que me obsequiara un libro (en dos enormes y antiguos volúmenes) titulado "Egipto" que, según palabras del propio Antonio había pertenecido a su amigo Ayocuan, y contenía reproducciones de bellas ilustraciones realizadas en acuarela, de los templos y pirámides de dicho territorio ubicado en el Norte de África.
Entrega que, como la previamente mencionada de "Las Reginas", contenía un profundo mensaje cuya decodificación detallada se encuentra en el libro "La mujer dormida debe dar a luz" y que es la base de la relación que unió a "El Coronel" con Ayocuan.